Si tuviéramos que rotular al año 1955 deberíamos decir que fue "El año que estuvimos en peligro". De esos en los que te la pasas tropezando, sin encontrar el rumbo. De la heroica gesta de “Los Guerrilleros del 52” conducidos por Berísimo solo quedaban recuerdos y ahora se abría una etapa signada por el alejamiento de algunos históricos, como el "Gallego" Enrique Díaz , luego de vestir la camiseta Granate por doce años y, la llegada de un grupo de jóvenes con escasa experiencia en la categoría superior.
El inicio no fue el mejor. Una pronta eliminación en el Torneo Apertura y otra en la histórica Copa Independiente pusieron un tinte oscuro en el cielo lanusense y el ciclo de Horacio Grandjean, un hombre identificado con la casa, tuvo su fecha de vencimiento. Era necesario barajar y dar de nuevo.
Para el Torneo Oficial se hizo cargo de la conducción técnica el profesor Jorge Borau, quien había sido el preparador físico del Seleccionado Nacional en el Mundial de 1950 y venía de obtener un tricampeonato en la Porteña con Parque. La experiencia y el oficio del nuevo DT pareció encaminar al Team que, paulatinamente, se fue alejando de la zona caliente de la tabla, pero en la recta final una "chispa" desató una descomunal batahola ante San Lorenzo y el estadio “Granate” fue nuevamente sancionado.
A partir de allí, la situación fue de mal en peor. Con la "Caldera" suspendida, el Team comenzó un largo peregrinaje por cuanta cancha de la zona estuviera disponible y, como era de imaginar, el efecto colateral no tardó en reflejarse en la tabla. Con 3 victorias en los últimos 10 partidos no se podía aspirar a nada bueno y al finalizar el torneo se finalizó en la anteúltima posición junto con El Liberal de Nueva Chicago. "Fue una situación desesperante, creíamos que nos íbamos de cabeza al descenso" nos contó en su momento José "Nino" Scialpi.
Sin embargo, al "Grana" aún le quedaba una carta en la manga por jugar, ya que debía completar un encuentro como visitante ante Independiente de Burzaco que había sido suspendido por incidentes (perdía por 34 a 30 y restaban 15 minutos). Para escapar a una final desempate por la permanencia había que lograr en tiempo récord cuatro cosas: que la ABBA reprogramara el juego, conseguir cancha, reunir el equipo y, como si fuera poco, derrotar al "Rojo" de Burzaco. Todo un milagro.
La perseverancia del mítico Celestino Golzio, delegado en la Asociación, consiguió lo primero y del resto, bueno... mejor recordemos lo que nos contaron en su momento algunos de los protagonistas.
"Como sufrimos !!. Nos cansamos de buscar cancha y de golpear puertas, pero a mediados de enero no había nada disponible. Hasta que encontramos de Sala Salud. Pero eso no fue lo peor, porque muchos de los jugadores estaban de vacaciones y entonces tuvimos que salir a buscarlos casa por casa con un camión. Había que juntar cinco como sea". Nos contó Nino.
Finalmente el partido se disputó en un tórrido día del verano, de esos en los que las zapatillas te queman los pies. Nada importó, los muchachos vestidos de Granate dejaron la vida en esos eternos 15 minutos, como si fuera la final del mundo y, consiguieron una gran victoria (50-39). Lanús se quedó en primera. El Liberal y Excursionistas perdieron la categoría y la barra Granate festejó por largas horas. Tanto esfuerzo y sufrimiento no habían sido en vano. El Milagro tan ansiado se había hecho realidad. Aún restaba tiempo y un largo camino para que la primera estrella comenzara a brillar en el firmamento Granate.
Autor. J.A. F (Leyendas Granates)
Comentarios