Un Ángel para recordar

La memorable victoria conseguida por el combinado de la Asociación Buenos Aires, el 13 de mayo de 1938, en el estadio Luna Park, ante el de la Unión Atlética Amateur (actual NCAA) por 46-33, marcó un punto en la historia del basquetbol argentino y, también, del Lanusense. Por un lado, porque era la primera vez que un representativo argentino derrotaba a uno del país del norte y, por el otro, porque el capitán granate Ángel Andrés se transformó en el primer jugador que participaba en un encuentro de  nivel internacional. 

Ángel era un pionero y un verdadero cultor del deporte de la pelota naranja. De esos que se prendían en cuanto torneo de barrio se organizara. El y su hermano Ramón habían formado parte del nómade Olimpia Basket Ball Club, el primer club de básquet argentino. 

Su llegada a tierras lanusenses se produjo en 1937 del mano de uno de los hombres ilustres de nuestro básquet, Celestino Golzio, quien entendió que ante el nuevo desafío el joven equipo necesitaba una buena dosis de goles y experiencia.. Eran los primeros pasos del granate en la máxima categoría de la Federación Argentina

Pero apenas un año más tarde el cielo se terminó de oscurecer. La relación de los clubes de futbol con la FABB estalló y se produjo lo inevitable: el primer gran cisma del basquetbol argentino. A partir de ese momento, las entidades, entre las que se encontraba Lanús, decidieron apartarse y se nuclearon en la nueva Asociación Buenos Aires. 

Alli, la competencia se hizo mucho más dura. Como era de esperar, los más poderosos acapararon a los mejores talentos y las necesidades pasaran a ser otras, por lo que el capìtán granate debió abandonar el puesto de delantero, para transformarse en back.

No era una tarea fácil, máxime si se tiene en cuenta que por aquel entonces los defensores apenas cruzaban la mitad de cancha y, que su trabajo se limitaba casi exclusivamente defender y rebotear.

Sin embargo, desde el inicio sus actuaciones sorprendieron a todos y con el correr de  los partidos se fue transformando en una de las revelaciones del torneo. Ese, a la larga, sería su pasaporte para formar parte del plantel que afrontaría el juego internacional. 

Ese sería el comienzo de una camino que luego sabrían desandar Carlos Pellandini, Victor Hernandez, Eugenio Messina, Ruben Fernández, Raúl Guitart, ,Fernando Prato y Norberto Meire y muchas otras de nuestras grandes Leyendas. Un camino que tres décadas más tarde se transformaría en una verdadera autopista que conduciría al Paraíso del Básquet..

Autor: J.A.F (Leyendas Granates)

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