En el ocaso de la década de 1960, el piberío formado por Freddy Murillas en las divisiones inferiores se encontraba en el punto justo para poner a Lanús en lo más alto del básquet Metropolitano, solo faltaba encontrar al hombre que entendiera visceralmente la idiocincracia del equipo y le trazara un rumbo claro. El elegido fue Raúl Garcia, un hombre del barrio, formado en las entrañas de Gimnasia y Esgrima de Lanús, que conocía al dedillo a la muchachada "Granate" y que como si fuera poco, venía de realizar un trabajo sorprendente en Velez Sarsfield.
Cuando el "gallego" llegó al club, el equipo era un volcán en erupción. Destilaba talento, energía y fuego, mucho fuego. Tanto que, a veces, terminaba por autocombustionarse. Por ese motivo, a partir del día que se hizo cargo del team, más que en un capitán, García se convirtió en verdadero "Alquimista". Alguien que con mucha perspicacia, poder de análisis y métodos sencillos se puso a buscar la fórmula justa que le permitiera equilibrar el enorme potencial individual con que contaba el plantel.
Pero el trabajo de Raúl no se limitó únicamente a la conducción del team. Sino que también se ocupó de muchos de los detalles que lo rodeaban. Como un adelantado en el tiempo, y, sin ser experto en merchandising, ni en social media, dedicó horas a la confección de una nueva vestimenta. Es que el entendía que esta nueva etapa también debía ser acompañada por un fuerte cambio de imagen. Y, así el equipo pasó a lucir una camiseta mucho más acorde con la energía que irradiaba. La "Granate" o la "Blanca" con ese atronador Lanús en el pecho hoy sería una marca registrada que recorrería de punta punta el país.
Su primera conquista al frente del conjunto "Granate" fue el Torneo Preparación ´69, tras derrotar en la final a San Lorenzo de Almagro por 73-65.Pero el hambre de gloria se mantuvo latente y algunos meses después volvió a repetir al conquistar el Oficial, en una memorable final ante Boca Juniors (62-57). A partir de ahí, Lanús no paró de crecer hasta transformarse en un Paraíso del Básquet. Y, aunque muchos hasta hoy en día lo nieguen, ese "advenimiento" revitalizó a un letárgico ámbito metropolitano que, repentinamente, volvió disfrutar de estadios colmados y records de taquilla. A lo largo de esa década dorada, el team del "Alquimista" fue una verdadera máquina de ganar y el país entero fue testigo de como la constelación continuó en plena expansión con la conquista del Metro ´70, el Oficial ´72, el Metro ´76 y múltiples subcampeonatos.
Además, los "Granates" atesoramos en nuestras memorias que Raúl, "El Alquimista", nos guió al triunfo ante el Barcelona de España, en aquella épica jornada en el Etchart y, al máximo cetro que hasta el día de hoy ostenta la institución: el Campeonato Argentino de Clubes Campeones, disputado en Catamarca en noviembre de 1977.Todo en 8 años. Una locura !. Como si fuera poco, su palmarés también atesora logros tales como como haber guiado al Seleccionado de Capital Federal a la reconquista del título argentino después de 10 años y al Nacional al máximo cetro sudamericano sudamericano luego de una década de sequia.
Su carrera en Lanús se extendió por 14 años, mas precisamente hasta finales del año 1982, cuando fue cesanteado de manera errónea por una dirigencia desmemoriada y sin brújula. Más allá de eso, lo cierto, es que con el paso del tiempo se fue transformando en una verdadera leyenda y hasta hoy en día sigue siendo el entrenador más ganador de la historia lanusense.
Autor J.A.F (Leyendas Granates)
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