Muchos clubes, incluso aquellos que ya han abandonado la alta competencia, recuerdan en sus páginas oficiales hasta hoy en día sus momentos más gloriosos. Aquel que trascendió más allá de las fronteras. Aquel que quedó grabado para siempre en la memoria de sus jugadores, hinchas y dirigentes. Aquel que los hizo "tocar el cielo con las manos".
Desde aquella histórica gira europea del mítico Hindú Club en 1927, muchas páginas de gloria han sido escritas por equipos argentinos. En Bahía Blanca, por citar un ejemplo, no se deja de revivir, una y otra vez, ese memorable triunfo frente al poderoso Seleccionado de Yugoslavia. En la ciudad de Buenos Aires, la gente del Club Social Villa Crespo exhibe con mucho orgullo aquella memorable jornada en Luna Park, cuando, reforzado por el gran Guillermo Riofrío, derrotó al Real Madrid. Y así podríamos citar muchas más.
La década dorada del básquet granate también cuenta con jornadas épicas que aún se mantienen latentes en las memorias de todos. Los grandes triunfos ante Olimpo de Bahía Blanca y el Tennis Clube de Campinas en el Luna. Las memorables victorias ante Obras Sanitarias. El triunfazo frente a la mítica Selección Paulista y, tal vez, el que mayor repercusión tuvo a nivel internacional: la victoria conseguida el 22 de mayo de 1975, en el gimnasio Héctor Etchart, nada menos que ante el Futbol Club Barcelona de España.
Esa histórica gesta trascendió las fronteras de nuestro territorio, al punto tal que fueron muchos los medios europeos que sorprendidos replicaron la noticia. No era común que por aquel entonces un equipo de "las pampas" se atreviera a realizar tamaña proeza, a materializar semejante utopía. La distancia que separaba a las competencias nacionales de las europeas era abismal desde todo punto de vista. Aún así, el "Grana" lo logró .
Esa noche el equipo de Raúl García, sin refuerzo alguno, brilló en todo su esplendor. Y el resultado de la primera mitad (45-27) reflejó de manera fiel la exhibición brindada por los muchachos "Granates", que se retiraron del campo de juego en medio de una ovación para el recuerdo. Sorprendido por la paliza recibida y en un intento de cambiar la historia en la segunda parte, Ranko Zeravika, DT barcelonista, salió a "quemar la naves" y echó mano de todo su conocimiento y de su amplia batería de variantes. El vendaval se vino, pero no alcanzó para quebrar la resistencia lanusense, que a puro corazón se aferró con uñas y dientes a la victoria. El marcador final (94-90) desató una locura desenfrenada en el público "Granate". Todos los que estuvimos presentes aquella noche sabíamos bien que habíamos presenciado un triunfo histórico, para la posteridad. Una victoria de Leyenda, de esas que trascienden los tiempos. Entonces, a mantener la memoria viva, que por fortuna tenemos mucha historia para recordar.
Autor JF (Leyendas Granates)
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