Leyendas de Pioneros: Mario Donaire


Luego de una década de intenso trabajo de difusión por parte de los pioneros de la Asociación Cristiana de jóvenes, el básquetbol ingresó en un periodo de constante expansión. La fundación de la Federación Argentina, en abril de 1921, sumada a la intensa actividad que generaban las competencias fabriles y los certámenes para jugadores no federados hicieron que el número de cultores experimentara un crecimiento notable y que en poco tiempo, la pasión por el basquetbol corriera como reguero de pólvora por los clubes de barrio porteños que, con mucho entusiasmo, se dispusieron a construir sus primeras canchas de polvo de ladrillo al aire libre. Tanto fue así que, para comienzos del decenio, el deporte creado por el canadiense James Naismith, ya había comenzado a cruzar el Riachuelo rumbo al sur. 

La actividad basquetbolística en tierras lanusenses comenzó a dar sus primeros pasos a mediados de la década de 1920, gracias al impulso que le dio un laborioso grupo de pioneros entre los que se encontraban Celestino Golzio, José Donaire Soiza, Justo Posse, y el profesor Luis Orecchio, quien se había desempeñado como instructor la Asociación Cristiana de Jóvenes. A partir de allí fueron muchos los clubes de la zona que abrazaron la práctica el basquetbol. Los primeros cultores eran jovenes autodidactas que, en su mayoría, habían adquirido las destrezas básicas de este deporte leyendo las publicaciones de la época. Entre ese entusiasta grupo se destacaba Mario Donaire, hijo de Don José Donaire Soiza, y uno de principales impulsores del basquetbol Granate junto a Norberto Othatceguy y José María Camellino.

Mario tuvo una amplia participación en casi todos los estamentos de la vida basquetbolística Granate. Fue jugador, activo colaborador de la subcomisión y, por último, un apasionado difusor de la disciplina. Sus primeras armas como jugador las hizo en el histórico equipo que en la etapa pre-federativa conquistó el Torneo de la Zona Sur de 1932 y, años después, formó parte del equipo que logró el ascenso a la segunda división de la Federación Argentina, en una dura competencia en la que debió enfrentar al mítico Sporting Social que, por aquel entonces, lideraba el extraordinario José Biggi. 

Pero lo suyo no se limitó solamente a defender los colores dentro del rectángulo de juego. sino que también fue un activo colaborador de la subcomisión, desempeñándose como tesorero, en una época en la que generar recursos era una tarea tan vital como complicada. Finalmente, a comienzos de la década del ´40, cuando ya había cerrado su carrera como deportista, dedicó todos sus esfuerzos a difundir este deporte, algo que realizó hasta bien entrados los setentas.

Pioneros como Mario Donaire, Celestino Golzio y José Donaire Soiza, entre otros tantos, fueron los encargados de encender la llama de la pasión por el basquetbol y de poner la piedra fundamental a lo que años después se transformaría en un verdadero Paraíso del Básquet. 

Autor: JAF (Leyendas Granates)


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