Jugadores de Leyenda: Antonio Decara


Antonio Decara llegó a la institución granate para incorporarse a las divisiones inferiores a comienzos de la década del '50, de la mano de un soñador y visionario como José "Nino" Scialpi, que ya por aquel entonces recorría las canchas de la novel Liga de Lanús en busca talentos.

A partir de ese momento su ascenso fue vertiginoso y rápidamente captó la atención del entrenador Horacio Grandjean, quien no dudo en ascenderlo al plantel de primera división. Sus tres primeras temporadas en la máxima categoría fueron duras, tal vez las más difíciles por las que debió atravezar el basquetbol Granate, ya que debió librar una dura lucha con el fantasma del descenso, que no paraba de merodear por las tierras lanusenses. Era el momento de mayor apogeo de los equipos denominados grandes en el mundo del futbol que, haciendo uso de sus frondosas billeteras, arrasaban con cuando jugador surgía de los clubes de barrio o incluso del interior de país.

Con la restructuración del plantel, en 1957, las cosas cambiaron y "Chiquito" se transformó en un importante jugador de rol debido a su enorme capacidad de sacrificio. En 1958, Lanús logró su primer título de la Asociación Buenos Aires, luego superar en una ronda final soñada a Sportivo Alsina. Esa noche el Profesor Jorge Borau le encomendó la difícil tarea de reemplazar en el quinteto inicial al tucumano Julio Ponce Aragón, quien se había transformado en uno de los puntos altos del team. "Vea Decara, Usted va de titular en reemplazo de Julio y se me ocupa de Mordas (que era un temible goleador)" le dijo. Esa noche "Chiquito" cumplió su misión con creces. Fue un implacable defensor de Mordas, que solo consiguió anotar 5 puntos, y un feroz rebotero. Esa noche "Chiquito" logró cumplir su sueño de salir campeón con su querido Lanús y con el tiempo se transformó en una de las leyendas del básquet granate. 

Autor: JF (Leyendas Granates)

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