Nacido en Tucumán, pero formado basquetbolísticamente en la mítica escuela de Gimnasia y Esgrima de Santa Fe, Julio Ponce Aragón desembarcó en tierras lanusenses a mediados del año 1958, cuando se encontraba cumpliendo con el servicio militar y su amigo, y ex compañero, Alfredo Murillas lo invitó a integrarse al plantel que conducía el profesor Jorge Borau.
Pese a ser muy joven, Julio llegó precedido de grandes antecedentes. En 1954 se había consagrado campeón argentino de cadetes con el Seleccionado de la provincia de Santa Fe y, un año más tarde había formó parte del Seleccionado Argentino juvenil que, de manea invicta, conquistó en Cúcuta, Colombia, el primer Campeonato Sudamericano de categoría.
Su paso por Lanús dejó una huella imborrable. Su enorme calidad y su afable personalidad rápidamente lo transformaron en una de las piezas fundamentales del equipo. Sin embargo, el destino quiso que no pudiera participar de la recordada final frente a Sportivo Alsina, disputada en el estadio Luna Park, puesto que un día antes había sido dado de baja. Aún así hasta hoy se lo recuerda como un histórico y una verdadera Leyenda.
Autor: JF (Leyendas Granates)
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