El Primero de la Dinastía

Luego  de la brillante consagración en el Torneo Oficial de la Asociación Buenos Aires del año 1972, el plantel dirigido por Raúl García continuó profundizando el progresivo recambio generacional que había arrancado la temporada anterior. Era la despedida de un grupo de jugadores que lo habían dado todo por el "Granate" y la llegada de un grupo de jóvenes formados en las divisiones inferiores, que venían pujando por tener un mayor protagonismo dentro del primer equipo.


La apuesta por la cantera de Freddy era irrenunciable. Casi una religión. Sin embargo, el amplio conocimiento del básquet capitalino por parte del cuerpo técnico permitió que el granate reforzara aún mas su poderío en la zona pintada con la llegada del pivote Rubén Fernández, un promisorio valor oriundo de Burzaco, que provenía de Racing Club.

Fernández que contaba con 21 años de edad, era realmente una apuesta a futuro y sus 2,05 metros de estatura invitaban a ilusionarse. Tanto, que hasta hasta hoy Rubén atesora los recuerdos de su llegada “Paraiso del Basquet”. “Era muy joven y el hecho de que me fueran a buscar a casa para jugar junto a Murillas, Pellandini, Palmarochi entre otros, en uno de los mejores equipos de Capital, era increible”.

Miembro de un equipo que durante la década del 70 paseó una jerarquía a lo largo de todo el país, Rubén recuerda las giras por el interior como un acto fundacional para el inicio de la Liga “La giras eran espectaculares. Pienso que ahí comenzó a desarrollarse el profesionalismo en el básquet. En esa época nuestro salario era similar al de un obrero y con esa movida conseguimos que fuera mejorando. Viajábamos horas y horas en micro, incluso junto al plantel de Obras Sanitarias. Eso si, después había que dejar todo en la cancha”

El ida y vuelta con Rubén continuó fluyendo y, entre otras tantas anécdotas, nos recordó lo que significaba jugar en el Torneo Amistad Deportiva de Sunchales “Era una verdadera maratón, jugábamos cada 12 horas y algunos llegábamos a bajar hasta 7 kilos. Comíamos ensalada de fruta y a jugar. A veces nos tocaba jugar 3 partidos en un mismo día. Era tremendo. Dos veces salimos subcampeones. Creo que fue muy útil para darle impulso a la creación de la Liga Nacional”.

Cuando le preguntamos que significaba enfrentar al archirival de la época, Obras Sanitarias, la respuesta no se hizo esperar “Ante todo creo que el clásico jerarquizó el básquet capitalino y la llegada de jugadores como Prato, Guitart o Martín por citar algunos le dieron brillo al juego. Recuerdo el estadio de Ferro repleto con mas de 3000 personas. Se batían récords de recaudación, era impresionante”.

Además agregó “Era un partido especial, sin dudas. Lo esperábamos todos, jugadores e hinchas. Fueron tres temporadas grandiosas, deberíamos haber ganado las dos finales en Ferro. Merecíamos llevarnos esos dos títulos. Fueron grandes juegos, muy emotivos”.

Bueno, pero la revancha no tardó en llegar, ¿verdad ?

“Así es, porque finalmente conseguimos salir campeones en el 76, donde le sacamos ventaja a Obras en la recta final, después de venir “Palo a Palo” a lo largo de todo el torneo. Era un gran equipo, con jugadores de una tremenda jerarquía. Por ejemplo Victor Hernández, que era pieza clave, un jugador de otro planeta, un NBA. También Raúl Guitart fue fundamental, así como “Kuki” Guglielmino y el “Gato” Meire entre otros”.

Quedaban muchas preguntas en el tintero, muchos nombres por recordar como el de Raúl García, el entrenador con mas títulos ganados en la historia “Granate”.

“Raúl era un innovador” nos dijo Rubén sin dudar un instante. “Y eso es algo que reafirmé después de haber jugado en la selección e incluso luego de seguir la carrera de mi hijo en el básquet europeo, donde se están manejando conceptos que el aplicaba muchos años antes”.

El tiempo impiadoso y tirano había transcurrido raudamente y las bocinas de la mesa de control del Estadio Antonio Rotili anunciaban el final de la charla. Era hora de que los recuerdos le dieran paso a una nueva función. Rubén, el primero de una de las dinastías basquetboleras más destacadas del basquetbol nacional, se despide, me estrecha la mano en señal de agradecimiento y vuelve a ocupar su platea, ante la mirada nostalgiosa de un histórico soñador lanusero que se acerca y me susurra al oído un nombre para nuestro siguiente viaje imaginario en el tiempo.

Asiento con la cabeza, tomo nota y me apresto para volver al camino. Estoy seguro que allí me aguarda otra Leyenda y cientos de recuerdos maravillosos. Allá vamos entonces...

Autor: Jorge Freire (Leyendas Granates)

Comentarios

Carlos Pellandini ha dicho que…
Ruben.
Crack de 1er nivel. Un placer haber compartido equipo y muchos recuerdos y emociones imborrables.
Abrazo grande Ruben.
Te " robamos a tacita Cacho Farioli !!
Me quería matar Cacho.!!
Y yo soy académico!!!
Jajjaaj.
Abrazo grande Amigo "