Más allá de lo que significó para la institución a nivel deportivo, la obtención del título del Torneo Preparación de 1969 le dio un nuevo posicionamiento al basquetbol "Granate". A partir de ese momento, Lanús dejó de ser un equipo incómodo, compuesto por promisorias individualidades para transformarse en uno de los favoritos a quedarse con el título del Torneo Oficial.
Todas las expectativas generadas alrededor del joven conjunto lanusense en las semanas previas, se cumplieron en la primera fase del Oficial. Desde el inicio el “Granate” volvió a mostrarse muy sólido en ambos costados de la cancha y, con variado repertorio individual y colectivo, ganó los diez primeros partidos. La única derrota sufrida fue en la 11° fecha ante Boca (78-63), en la ribera, pero esta finalmente no se transformó en un obstáculo para que lograra conseguir una cómoda clasificación.
El conjunto de Raúl García comenzó la ronda final con buen pie. En la primera fecha derrotó a Independiente por 66-60 y, luego se tomó revancha del "Xeneize" (70-59), con una actuación descomunal de "Cacho" Vázquez (30 puntos).Hasta allí venía todo bien, pero en la siguiente jornada no pudo superar el candado defensivo planteado por León Najnidel y cayó, en un partido muy caliente, ante Atlanta (60-54), en la que luego se conoció como "La batalla de Avenida La Plata".
Lo que vino después de la caída ante los "Bohemios" fue apoteósico. Porque lejos de sentir el golpe, el equipo robusteció su confianza y, dando una gran muestra de carácter, derrotó al duro Velez Sarsfield (80-74) y a G y E de Velez Sarsfield (74-53). Luego, con Murillas (22) y Pellandini (20) en gran nivel y “Pichi" Messina como dueño absoluto de todos los rebotes, le dio una paliza histórica al invicto San Lorenzo (84-58). Y cerró la ronda con un triunfazo sobre River 83-76, en una noche fantástica de Carlos Pellandini (35 puntos). Para alcanzar el sueño del bicampeonato había que desempatar el primer puesto ante Boca.
La Final
Como en Preparación, el encuentro definitorio se disputó en el gimnasio Don Bosco, que una vez más fue copado por la parcialidad granate, que dejó $ 520.000 en ventanillas.
El primer tiempo estuvo signado por la paridad. Los nervios y la ansiedad predominaron en ambos bandos. Dentro de ese contexto frenético, Lanús, con el goleo de un imparable Carlos Pellandini (20 puntos), más el acompañamiento de Messina, Palmarochi y Lara en los rebotes, consiguió irse al descanso largo con una ventaja de dos puntos (28-26).
Sin embargo, la historia daría un sorpresivo vuelco en la segunda mitad. Refugiado en una defensa zonal, Boca comenzó a tomar el control del juego y con el aporte goleador de Guzzo y Delguy consiguió distanciarse por 7 puntos (47-40). Los diez minutos finales fueron jugados con los dientes apretados. Revitalizado anímicamente por el apoyo de su público, Lanús sacó a relucir su temple y en solo dos minutos volvió a ponerse al frente por la mínima (48-47), sacando réditos de cada perdida "Xeneize" para lastimar de contraataque, con Pellandini como líder y abanderado (34 puntos).
En los instantes finales, el equipo de García hizo todo bien. Estuvo sereno para controlar el ritmo y, lo más importante, supo jugar con la desesperación "Xeneize". La definición se dio desde la línea de libres. Allí, el "Chino" Lara, Freddy Murillas y Ricardo Palmarochi estuvieron más certeros que nunca y terminaron poniéndole números definitivos a una victoria épica (62-57). Con el sonido de la chicharra, el gimnasio Don Bosco volvió a estremecerse, una vez más, por la algarabía del público "Granate". En apenas unos instantes todo se había transformado en un pandemónium. Había que ver a los muchachos “Granates" saltando y cantando en medio de una multitud de hinchas. No era para menos, ellos acababan de meterse en la historia grande del basquetbol porteño.
Alfredo Murillas, Carlos Pellandini, Eugenio Messina, Jorge Ucha, Fausto Lara, Adolfo Sanchez, Jacinto Lob, Ricardo Palmarochi, Horacio Lamare, Norberto Fossati, Carlos Pantano, Fausto Lara y el entrenador Raúl Garcia fueron los encargados de escribir una nueva página de gloria. Se comenzaba a hablar de una ciudad de leyenda, de un paraíso del básquet bien al sur...
Por JF (Leyendas Granates)
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